domingo, 8 de junio de 2014

La ficción romántica

Soy aficionada a las historias de amor, esas trágicas, cómicas y, a veces, inspiradoras historias. Por cuestiones de marketing siempre terminan con un final feliz, o casi siempre. Pero no podemos vivir en esas historias, la vida es más variante que eso y no nos toca ser los protagonistas que tienen su final feliz.

Siempre he sido alguien solitaria, en muchos sentidos, pero más en el amoroso. Decepciones van y vienen, y me queda claro que nadie usa esos diálogos rebuscados. Son más recurrentes los silencios, las distancias, los miedos, el peso de las vidas pasadas, las incertidumbres de la vida moderna. Una mirada no lo dice todo, a veces te puede confundir más, te hace creer y crear ilusiones que no comparte la otra persona.

Los amores extraordinarios que lo viven todo para volverse realidad sólo se leen, sólo se ven en las pantallas, sólo se venden.

Cada día me vuelvo más escéptica y acepto más lo que muchos satanizan, la soledad.

viernes, 6 de junio de 2014

Lima Lama de regreso...

Estoy mirando una medalla, esa que me costó tanto y a la vez fue tan sencillo lograr. Es interesante que haya objetos que te remonten a tanto, aunque por sí mismo no parecieran valerlo. ¿cómo llego a mi vida ese objeto?

Nunca fui afecta a hacer deporte, a pesar de haber tenido sobrepeso desde niña, quizá por eso me costaba más acercarme a eso. Sin embargo, el deseo de crear un lazo más fuerte con alguien, un primo muy querido, me llevo a pensar en iniciarme en una disciplina deportiva.
No recuerdo la fecha exacta, sólo sé que cursaba la licenciatura y buscábamos una opción para pasar tiempo juntos y hacer algo de deporte. Llegamos a un lugar, que yo recordaba más bien por tener una cocina económica entre los comercios que albergaba. En el último piso una escuela que decía enseñar Kick boxing y Lima Lama, lo que nos explicaron era una variante de artes marciales de defensa personal provenientes de las islas polinesias y desarrollada en México, entre otros países.

La primer clase la sobreviví, casi literal, por orgullo, por no sentirme como alguien que había desistido en su primer intento y para demostrarles a los que me veían con incredulidad que podía hacer lo que ellos ya lograban con gran facilidad.

Detrás de mis deseos por sentirme "al nivel" en el entrenamiento, fui descubriendo que disfrutaba todo eso, y, en algún punto del sufrimiento, tome la decisión de tomar en serio esa práctica.
Nunca me importó el bajar de peso, curiosamente eso se volvió algo totalmente secundario. Me gustaba sentir la disciplina, aprender sobre movimientos para defensa personal, arriesgarme a cada momento para lograr cosas que antes creí imposibles para mi. Todo se volvió un reto personal que a cada paso me hacía sentir una satisfacción indescriptible. Lo más irónico fue que mi primo y yo terminamos practicando en diferentes horarios por la escuela, pero eso no importó, ese ya era mi espacio.

Pronto estuve todos los días en la escuela, y de ser alguien totalmente ajeno, me volví la hermanita menor de todos aquellos tipos "rudos" de grados avanzados.

No es un deporte muy socorrido por mujeres y, para mis compañeros, el que una mujer aguantara los entrenamientos todos los días era gracia aparte.

Esta disciplina, como otras en artes marciales, se distingue por reconocer tu avance en conocimientos y técnicas con exámenes y se simboliza por una cinta.





Tras dos meses hice mi primer exámen y pasé de se cinta blanca a naranja. Luego logré pasar de naranja a morada y de ahí a azul. Fue entonces cuando se anunció el torneo en Zacatecas. Ahí todos mostraban sus conocimientos, peleando contra otras escuelas o simplemente presentando de forma más estética los golpes aprendidos (en lo que se conoce como formas).

Cualquiera podía ir, si así lo quería, y a pesar de ello termine siendo la única alumna de mi escuela que asistió. Nunca me sentí responsable por ser "la representante", porque siempre pensé que iba en mi plano personal, por la experiencia, por los golpes, por las risas, por lo que se acumulara en el camino.

No llevaba guantes, no llevaba nada de equipo, pero tenía todas las ganas por ser parte de eso eventos entre cientos de personas.

Sólo participé en una pelea, en la cual, para mi suerte, eramos sólo DOS las competidoras. Peleamos por puntos, es decir, quien lograra el primer golpe contra el contrincante se llevaba la puntuación a favor.

Con mi inexperiencia en todo tipo de combates logré ganar el primer punto, que al final fue el del honor porque irremediablemente perdí el combate. Sin embargo, al haber sólo dos competidoras en esa categoría me dieron la medalla de segundo lugar...

Regresé a Guadalajara con la satisfacción de haberme atrevido, de haber sido golpeada, de haber ganado un segundo lugar porque no había nadie más a quien dárselo, pero aún así sentía que lo merecía, ¿por qué?, no por haber peleado muy bien, sino porque era el reflejo de meses de trabajo, de haberme superado a mí misma y haberme construido parte de una confianza que no tenía.

Esta medalla me recuerda lo importante que es esforzarme en la vida, la disciplina que debe estar presente para cada logro, las alegrías al tener buenos amigos que te apoyan en el duro camino y el respeto para tus profesores que buscan transmitirte lo mejor de ellos para que puedas crecer.







Estos han sido algunos de mis profesores.







Al escribir esto estoy llegando de mi entrenamiento, el que deje hace meses y hoy decidí retomar. Quiero seguir recordando en mi vida lo que represente el color negro del uniforme "Ceguera al dolor". No sólo el dolor físico, sino el cansancio de la vida diaria, el dolor de las decepciones, todo aquel que nos hace decaer en alguno momentos. Hoy quiero seguir la disciplina que me enseño que "Mas vale rehuir que herir, más vale herir que matar, más vale matar que morir", porque siempre hay opciones, porque vivimos en sociedad, y porque esta socióloga siempre creerá en la búsqueda de la armonía social.





lunes, 2 de junio de 2014

Mundo en efervescencia

Retomar la práctica de la escritura se vuelve fascinante cuando en el mundo pasan tantas cosas que comentar.
Sólo hoy leí sobre 1) la abdicación del rey de España, 2) el seguimiento de las protestas en Brasil y, fuera de la tónica de los temas, 3) la opinión del papa sobre la decisión de no tener hijos y en su lugar adoptar mascotas.
1) Comentaron en El Mañanero sobre la posibilidad de que se dieran las revueltas que ahora se sabe en España después de la abdicación del Rey. Se advertía sobre el deseo de "eliminarle carga" a los españoles de una clase que no genera nada positivo para los ciudadanos. No es dificil pensar que era la lógica esperada, pero, como se comentó en el mismo programa, toda clase política termina siendo esta carga elite que se mantiene a costa de quienes si trabajan, ¿cuál sería la diferencia para España? 
Cuando no conoces sobre los temas es más fácil lanzar preguntas para ver si alguien ayuda a responderlas, más allá de desear ser el sabelotodo. En este nivel me quedo yo sobre casi todo, puesto que mi papel aún se maneja como consumidora de información en medios.

2) Leer sobre las protestas en Brasil hace notar una realidad más allá de la enajenación en el futbol en este tiempo en que de lo que más se habla en muchos medios es el mundial. No soy amante de este deporte, se puede leer, pero menos lo soy de gastos gubernamentales innecesario sobre eventos esporádicos que no generan nada real al pueblo. ¿qué pasó aquí en Guadalajara para los juegos panamericanos? si bien hubieron gastos que se quedaron en instalaciones deportivas abiertas al público, como la Unidad López Mateos, pero no podemos olvidar el gasto de las villas panamericanas que siguen sin mostrar su destino próximo. ¿quién salió entonces a la calle a reclamar algo? Muchos se mantuvieron deslumbrados por "el evento internacional que albergaría la ciudad."

3) Y del papa, habría tanto que decir de mi parte hacia este tema. Evidentemente porque es algo más "terrenal" o de vida cotidiana, que me afecta, donde tengo una opinión más aterrizada. La Iglesia católica ha perdido credibilidad y parecía que el papa Francisco había logrado recuperar cierto grado de apego de algunos que fueron sus detractores en los últimos tiempos. Sin embargo, el representante del Vaticano tiene una carga ideológica tan grande, que es casi incompatible con los tiempos actuales. Se le ha llamado "progresista" porque ha tratado de darle una nueva cara "reformada", "actual" al discurso y, en menos medida, a las acciones desde la cúpula de la Iglesia. Pero es evidente que una cosa es hablar de acumulación de riqueza, donde se ha actuado totalmente fuera del discurso, que hablar de los principios de vida que rigen , o deberían de regir,a un católico. 
Siempre fue reprochable que no se hablara de los pederastas, de los derroches de dinero, porque eso mostraba una forma de vivir contraria a lo que predica su fé, pero al hablar sobre la necesidad de la procreación no se puede pensar que el papa Francisco está yendo en contra de lo que ha predicado hasta este momento. 
Habría que analizar si de verdad el pontífice ha buscado darle otro rumbo a la iglesia católica, o en realidad sólo ha buscado "regresárla al redil" de donde nunca debió salir."


Ruta "Participar en red"

La experiencia comenzó con saludos cordiales, rostros mirando a las lap tops y vasos con café, incluyendo algunas galletas.
La idea es acercarnos, como profesores, a la experiencia que se tiene en la red y sus posibilidades para construir una propuesta educativa de calidad, esa es mi idea y propósito al tomar esta ruta de formación docente.
El ITESO ofrece estos espacios a sus profesores para adquirir conocimientos nuevos y estar a la vanguardia, o al menos no tan alejados de la realidad, en la enseñanza.
Fue una sesión enriquecedora y prometo subir imágenes. Logramos tener una visión general de lo que el tráfico en la red hace con los comentarios, las "relaciones" que posibilitan cada comentario y/o interacción en un espacio virtual. Fue interesante crear en papel un tipo de blog y poder vivir visualmente el interés de otros por tu propuesta.

Valdrá la pena seguir trabajando y ver qué más aporta esta actividad en las siguientes semanas.