lunes, 28 de abril de 2008

Acciones civiles y resultados

La marcha del sábado pasado que movilizara a poco más de dos mil personas en nuestra urbe, así como los incesantes comentarios sobre el repudio de las acciones del gobernador, son muestra de que poco a poco la ciudadanía toma conciencia de su papel como juez y parte de la forma de gobernar. Porque nuestro responsabilidad no termina al emitir el voto en las urnas.
Si bien debemos dar seguimiento a este caso, para sentar el precedente que tenga un resultado. Eso es lo que necesitamos para seguir adelante, tener algo palpable para saber y convencernos que manifestar nuestras opiniones vale la pena.
Es cierto que las movilizaciones ciudadanas desde siempre se han encontrado con paredes que las han hecho desvanecerse, sin embargo no debemos de quitar el dedo del renglón para que las cosas cambien.
Es verdad que las instancias políticas non permiten que demostremos como puede haber cambios impulsados desde la base ciudadana y no por las cúpulas. Sólo basta recordar la forma en que políticamente “resolvieron” el caso de Oaxaca, en donde diversas organizaciones manifestaron su repudio ante la de actuar de Ulises Ruiz, buscando soluciones a diversos problemas que enfrentaban, como el magisterial que demandaba equiparar la condiciones laborales de los maestros en todo el país sin limitarse a “zonas”, como los muchos desaparecidos políticos que desde medios independientes se denuncia. Pero desde el gobierno federal no se permitió demostrar que la ciudadanía podía quitar a un funcionario por las acciones y las peticiones de la sociedad, simplemente buscaron desmantelar un movimiento que contaba con simpatía social, que si bien cometió de igual forma errores, también se enfrento a la manipulación de información y opiniones en el espacio público. Y si la memoria histórica es una herramienta invaluable para no repetir errores.
Tenemos la oportunidad de sentar este precedente, porque la ciudadanía de Jalisco cuenta con la desvergüenza de González Márquez para su actuar el cual pretende quede impune. Podemos seguir con la frente en alto exigiendo lo que este funcionario público reciba las consecuencias de sus actos.
Por desgracia no tuve la oportunidad de acudir a la marcha de protesta contra los actos de Emilio, pero sigo alzando mi voz y pienso sumarme a las firmas que se buscan para la destitución de este sínico personaje.
En muchas ocasiones no nos solidarizamos con las demandas de algunos sectores de la sociedad civil, porque consideramos que “no nos afectan”, como en el caso de las movilizaciones magisteriales, alumnado que exigen plazas o lugares de estudio, campesinos que quieren mejoras para el campo, usuarios del transporte publico que exigen un mejor servicio. Afortunadamente ahora nos sentimos todos identificados con la realidad que nos aqueja, por lo que deseamos estar presentes.
Que se engendre desde aquí una conciencia plena de que todo en la vida política nos concierne porque somos parte de la sociedad en su conjunto.
El abogado Ricardo Enciso Aguilar esta recabando las firmas para la destitución de Emilio en plaza liberación, junto con información de otras índoles (Público 28 de Abril del 2008 Pág. 10, sección ciudad y región). Para comunicarse con él para la participación el número que aparece en esta publicación es 36133917.
Yo por mi parte le propondré al abogado recabar firmas por mi lado para después integrarlas en la misma propuesta, ya que muchas personas no tienen forma de ir personalmente a plaza liberación.
Porque no basta con criticar si no buscar, proponer y ejecutar las soluciones. Hagámoslo ahora.
Si bien estoy de acuerdo con realizar acciones, estoy en contra de los radicalismos que pretenden afecta a terceros que al final de cuentas son nuestros semejantes que buscan la sobrevivencia día a día en la urbe. Sólo en contadas ocasiones donde se sustenta como último recurso al agotar las instancias previas, los actos de agresión son lo peor que podemos realizar.

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