jueves, 3 de abril de 2008

es que son amigos

En alguna ocasión nos topamos con una declaración del ahora presidente Felipe calderón, en donde aseguraba que el pueblo tendría que estar tranquilo, ya que él no tenia forma de hacer desvio de recursos por medio de sus familiares, puesto que era obvio que no podría favorecer a sus hijos por medio de apoyo a empresas gracias a sus cortes edades. ¿Lo recuerdan?, claro esta que estas palabras iban guiadas a recobrar la confianza sobre los gobiernos panistas, ya que el primero y saliente de Vicente Fox estaba siendo investigado por enriquecer a los hijos de doña Martita.
El caso es que días atrás sale a la luz pública diferentes documentos que acreditan el trafico de influencias de Juan Camilo Mouriño, si ese narizón que es español y que ahora se dice mexicano. Este personaje logro colocar a diferentes personas de su confianza, amigos de la infancia y demás personas allegadas a él, en lugares que le permitieron distribuir contratos millonarios a empresas familiares. Y no sólo estos también para que las empresas dedicadas a la venta de gasolina actuaran a sus anchas, ya que PROFECO es una de las instancias que cuenta con personal calificado de confianza de Mouriño, conveniente no?
Pues el secretario de gobernación nos ha demostrado de nuevo como para ser corrupto no necesitas hacerlo para un bien egoísta. Así es Felipe Calderón no necesito ser corrupto para su bien propio, no, sólo le tendió el paquete a su querido amigo para que su familia se enriqueciera y sus amigos tuvieran puestos muy bien remunerados. Y todo esto claro que no reciente, viene desde que Calderón era secretario de Energía. Recordemos que este renunció a su cargo cuando el ex secretario de gobernación y también ex gobernador de Jalisco el señor Ramírez Acuña, lo destapo para ser candidato a la presidencia en la contienda del 2006. Por lo que no deducimos el tiempo de remuneración del cual gozó don Mouriño hasta la fecha.
Lo mas grave de este asunto es que no se ha removido, y como dijo don tepofilito, ni se removera a Juan Carlos Mouriño de su cargo. Es terrible la comparación, pero no queda de más tomar de referencia otros países como estados unidos, en donde por la simple sospecha y para evitar un escándalo mayor y la vergüenza de ser removidos hay actores políticos que dejan sus cargos públicos. Y eso con la pura sospecha eh. Y en nuestro país aunque el propio Mouriño haya aceptado que estuvo involucrado en las adjudicaciones de los contratos a empresas familiares, no pasa nada.
Para los que tengan oportunidad busquen la página de Índigo, es un portal en donde encontraran versiones en línea y para descargar artículos de un periodismo crítico. Muy recomendable. En los números del 73-76, si no me equivoco, viene documentado el seguimiento de este caso.
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